Posteado por: antropikos | septiembre 28, 2025

PROTESTANTISMO EVANGELICO Y POLITICA EN PUERTO RICO VOL. 2 1930-2000 SAMUEL SILVA GOTAY 2025 Publicaciones Gaviota

Presentación del libro en la Universidad de Puerto Rico-Mayagüez, 4 de septiembre, 2025 Manuel Valdés Pizzini

«Es obligación de la Iglesia denunciar toda causa de opresión y demandar justicia […] La iglesia da testimonio de vivir bajo el señoria de Jesucristo cuando vive en solidaridad con el oprimido y el necesitado de tal manera que su presencia sea una amenaza para el opresor en la sociedad. Por esa razón, la iglesia traiciona su misión si guarda silencio cuando una fuerza en particular se organiza para oprimir a la gente.» Luis Rivera Pagán, 1965 (en la página 173).

Nota introductoria

Por varias razones personales y teóricas, he vivido alejado de la religión y su análisis. Eso no impidió que leyera con entusiasmo el primer libro del maestro Samuel Silva Gotay sobre el protestantismo (1898-1930), así como otros trabajos, mayormente de antropología, sobre el tema en Puerto Rico. Me ha interesado el tema de la espiritualidad y las áreas naturales, y el fenómeno de la Virgen del Carmen por todo el litoral. Pero al leer este texto de Silva Gotay me he percatado de que he estado inmerso en la obra del protestantismo evangélico de varias maneras insospechadas, que ahora calibro y entiendo, por lo que esta presentación es una reflexión personal y antropológica sobre el texto.  

Este libro me ha llevado a perseguir antropológicamente a las vidas que narra, a los programas de acción, a los postulados de liberación y abrir nuevas puertas a procesos que ameritan ser investigados. Protestantismo evangélico y política es también, muy adentro en sus entrañas, una mirada importante al desarrollo de las Ciencias Sociales en Puerto Rico, un tema que debe ser materia para otro libro –de los tantos que hay inmersos en este texto-.

El libro cubre un amplio espectro de procesos, desde la década del 30, hasta el 2000, y comienza con el auge y decadencia del Avivamiento de la Iglesia Discípulos de Cristo, con sus ritos pentecostales y cultos exagerados, anclados en el reclamo de la protección de Dios, quien habría de cubrir con su manto la pobreza y la miseria. El Avivamiento coincidió con la Conferencia de Oxford de 1937 y el desarrollo de los principios de atender las injusticias y la defensa de la tierra. Esas notas permiten al autor hacer una profunda diferenciación del Avivamiento, con la trayectoria de un protestantismo basado en una religiosidad profética anclado en la acción (la praxis, en términos gramscianos) para la liberación y la erradicación de la pobreza y sus causas, bajo el manto del capitalismo y el colonialismo en una escala global.

Es un protestantismo compatible con la lucha por la independencia de Puerto Rico (Rev. Juan Hernández Valle) y la formación de un Seminario Evangélicoque construyó una “verdadera religiosidad profética” donde la salvación se encontraba “en acompañar a Dios en los actos de justicia para los pobres y los oprimidos”, según profesaba el Rev. Domingo Marrero. Ese cisma de las visiones de mundo del protestantismo es la piedra angular del debate y la reconstrucción histórica del libro. En estos tiempos donde el conservadurismo cristiano de derecha consume los mensajes mediáticos y se alinea con argumentos y prácticas fascistas, es imperioso mirar a esa otra iglesia, a ese otro cristianismo, comprometido con la paz, la justicia y la tierra sagrada (el ambiente).

La Gran Depresión y El Nuevo Trato

A pesar de haber escrito sobre los programas de El Nuevo Trato, he “descubierto” en la obra de Silva Gotay que el protestantismo evangélico se insertó de varias maneras en los programas para la reconstrucción de Puerto Rico, que inclusive—puedo decir—se articularon mucho antes de que la política de Roosevelt para levantar a la gente pobre y a los ecosistemas maltratados se manifestara en 1933. Por ejemplo, siempre me pareció curioso que el desarrollo del Instituto Politécnico de San Germán (El Poli, hoy La Inter) por los Presbiterianos, tuviese los elementos constitutivos del desarrollo de la juventud rural, por medio del trabajo y el esfuerzo, la disciplina y la oración que formaron parte de las tradiciones que precedieron a El Nuevo Trato, según leo de la obra sobre la Universidad Interamericana de Héctor R. Feliciano Ramos.Ramos (Historia de la Universidad Interamericana de Puerto Rico: El Instituto Politécnico, 1911-1956. Inter American University Press, 1993).

Sospecho que muchos de los principios del protestantismo evangélico que examina Silva Gotay tuvieron sus orígenes en el trascendentalismo estadounidense de finales de siglo XIX: de mirar a la naturaleza, no como el hogar del enemigo (el diablo), sino la obra maestra de la creación, un argumento que nos lleva a John Muir y a Liberty Hyde Bailey, uno de los gestores de una agricultura sustentable, basada en el principio de que la tierra era sagrada, que es el título de su obra maestra. Ese será un tema central en el protestantismo evangélico en la segunda mitad del siglo XX.

Silva Gotay detalla como los objetores por conciencia, de raíces cuáqueras y otros grupos religiosos adscritos a la Reforma, llegaron a Puerto Rico para servir a las comunidades rurales con un trabajo médico misionero (los menonitas) y a trabajar con el voluntariado para levantar al país, filosofía y práctica que los llevó a colaborar con los programas de la Puerto Rico Reconstruction Administration (la PRRA). Esa misión de voluntariado para atender las necesidades de la gente pobre es, en mi interpretación, el hilo conductor que lleva al protestantismo evangélico a la acción social, a la acción comunal. Al igual que los programas de la PRRA y los de El Nuevo Trato (El Cuerpo Civil de Conservación, las CCC), algunos de los esfuerzos estaban organizados en campamentos. La descripción de los lugares, los cursos ofrecidos y las actividades recreativas guardaban mucha semejanza con los de las CCC.

En aquellos tiempos, se forjó la Federación de Colegiales Cristianos de PR, un sector pensante en el corazón del protestantismo, aconsejados por profesores universitarios como Ana Inés Braulio (en el Poli), Don Miguel Limardo, y en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (el CAAM), Thomas Mathews “quien llegara como objetor por consciencia durante la Segunda Guerra Mundial para servir en una comunidad aislada en la montaña, antes de ser profesor de ciencia política en el Colegio y eventualmente Director del Instituto de Estudios del Caribe, y segundo pastor universitario en la UPR de Río Piedras.” Mathews tiene una extensa obra sobre religión, pero es el autor del libro más importante sobre El Nuevo Trato en la Isla, Puerto Rican Politics and the New Deal (1960).

Breve interludio: The People of Puerto Rico (1956)

The People of Puerto Rico, es una de las obras más importantes de la antropología de la segunda mitad del siglo XX y un hito importante en nuestra trayectoria en las Ciencias Sociales. Podemos abundar sobre el tema, pero me interesa resaltar dos cosas: (1) fue una mirada profunda, etnográfica e histórica a las comunidades rurales y a las relaciones de clase, y (2) el equipo etnográfico venía con una fuerte vena progresista y de orientación marxista, que aplicaron tímidamente al análisis social del mundo rural. Ese equipo, dirigido por Julian H. Steward se nutrió de los saberes y experiencias de puertorriqueños y puertorriqueñas con conocimiento de la situación del país, les asesoraron. Entre ellos se encontraba el reverendo Domingo Marrero (capellán universitario, Asociación de Iglesias Evangélicas), quien proveyó “una apertura del mundo a los jóvenes sobre la dimensión crítica y profética de la fe cristiana para la vida”. Una de las asistentes de investigación del proyecto lo fue Delia Ortega de Pabón, quien luego fuera funcionaria del programa de voluntarios VESPRA bajo el mandato de Silva Gotay.  

Teología de la liberación y el marxismo entre los cristianos

Tal vez la parte más densa e importante del libro trata sobre la manera en la que el protestantismo evangélico comenzó a trabajar con la teología de la liberación que venía gestándose en América Latina y en otras partes del globo. La Teología de la Liberación se armó de las nociones liberadoras del marxismo, para reafirmar una misión profética, en la que los cristianos debían proponer y ejecutar una agenda radical, en la defensa de los sectores pobres del país y del mundo, así como denunciar las injusticias, las guerras y la explotación de las clases subalternas.

Ese posicionamiento los llevó a enfrentarse al Army Reserve Officers’ Training Corps (el ROTC) en la UPR de Río Piedras, a oponerse a la Guerra de Vietnam, a denunciar las dictaduras caribeñas, (el Trujillato), a formar un frente de justicia y paz, y a proponer soluciones concretas y procesos de empoderamiento comunitario y sanación de la tierra sagrada, de la naturaleza. Ese redescubrimiento “de todos los textos bíblicos sobre la responsabilidad del cristiano con el pobre y el oprimido”, los llevó a enfrentamientos con otros sectores protestantes y católicos, de corte conservador-documentada en el libro. Interesantemente, esta parte del libro es también un relato de Silva Gotay sobre sus gestiones moviendo esa agenda en varios niveles, junto con otros “hermanos de la fe” y prominentes pensadores, y gente con una capacidad enorme para la praxis política y comunitaria. Insisto, en que Protestantismo evangélico es un relato multidimensional de historias de vida al servicio de la palabra profética y la acción para transformar el mundo. Sería oneroso aquí entrar en todas esas vidas y aquilatarlas, asunto a lo que se dedica el libro con gran éxito.

La lectura de este libro me ha llevado a hacer una reflexión sobre los partidos políticos de izquierda, para la cual no estoy totalmente capacitado, y que amerita más pensamiento. No he leído del todo el importante y revelador texto Ilusión y ruinas: imaginarios de izquierda en Puerto Rico de Carlos Pabón Ortega (2025, Ediciones Laberinto), pero una ojeada y búsqueda intensa sugiere que los debates marxistas en esos partidos y movimientos (MPI, MST, LS, PSP, PIP) en las décadas del 60 y 70 no se vincularon estrechamente (hubo notables excepciones sobre todo con el rescate de tierras y la lucha contra la explotación minera de la Liga Socialista) con la cotidianidad de la gente y con sus luchas vivenciales (ambientales), caracterizadas como «frentes secundarios», en la magnitud y fuerza que lo hizo el protestantismo evangélico. Es por ello por lo que no hay una sola referencia a los proyectos del protestantismo evangélico (PRISA, por ejemplo) que se armaron del marxismo para ayudar a la gente y transformar sus condiciones de vida en el libro de Pabón Ortega, y en otros textos. Es un debate que espera por darse. Y claro está, amerita una lectura profunda de mi parte de su texto.

El Volcán

Hablar de un volcán es hablar de una gran fuerza telúrica, transformadora del paisaje y creadora de islas. Es también un sector del barrio Hato Tejas en Bayamón en donde vivieron y operaron varias órdenes religiosas católicas de avanzada, así como grupos evangélicos que aparecen narradas en el libro. Mi memoria me lleva a las conversaciones con coterráneos bayamoneses, amistades y condiscípulos de la UPI (UPR-Río Piedras), en las que nos maravillamos de la existencia de otra iglesia católica, y la peculiar presencia de padres dominicos holandeses en El Volcán. Ese tema formó parte de algunas de mis conversaciones con el Dr. Lester McGrath (citado ampliamente en el libro), quien atravesó ese paisaje en su práctica religiosa, además de que nos unía cierto cariño por la Ciudad del Chicharrón. Fue en El Volcán donde PRISA trasladó sus operaciones en 1976, en el Convento de Jesús Mediador.

Debo indicar que Silva Gotay subraya también el papel de los que José Enrique Laboy Gómez ha llamado en su obra “los católicos rebeldes”, y en el proceso detalla algunos importantes aspectos de la lucha del Monseñor Antulio Parrilla en la lucha por la independencia y por los derechos de las comunidades pobres. En ese sentido es un libro sobre el ecumenismo, sobre todas las cosas.

Los pescadores: PRISA Programa de Renovación e Investigación Social para Adiestramiento en la Misión Cristiana

Debido a mi interés en la pesca, recibía en las década de 1970 y 1980 por correo los boletines del Informativo de Prensa del Movimiento Ecuménico Nacional PRISA. Admito que no le puse mucha atención al grupo que lo producía, pues me enfocaba en la información recibida sobre las vicisitudes de las familias pescadoras, los proyectos para ayudarles y las amenazas a su modo de vida. Lamento haber perdido muchos de esos boletines en mudanzas. Para mí, una de las aportaciones más importantes de esta obra de Silva Gotay consiste en presentar y calibrar el esfuerzo de PRISA, un producto de acción del sector protestante en Puerto Rico, que generó en importantes esfuerzos en las comunidades, para salvaguardar su integridad física y su identidad.

La lucha de Vieques: sus luces y sus sombras

PRISA estuvo metida de lleno en la lucha de Vieques contra la Marina, proveyendo apoyo moral, religioso, político y técnico a las comunidades de la Isla Nena, pero sobre todo a los pescadores. Ese esfuerzo aparece documentado en varios trabajos, pero es evidente en Memorias de un pueblo pobre en lucha de Carlos (Taso) Zenón (2018) y en la reflexión de Lester McGrath Andino, ¿Quo Vadis Vieques? Etica social, política y ecumenismo. La aportación del Movimiento Ecuménico Nacional PRISA fue enorme en la causa de Vieques, pero debido a su orientación política y teórica, tuvo el efecto de aislar a sectores conservadores de la sociedad viequense, que no estaban dispuestos a alinearse con el discurso religioso marxista. Esa es una observación etnográfica de mi parte y no es parte de los argumentos de Silva Gotay. Sin duda, un tema para explorarse, en retrospectiva.

El siguiente ejemplo ilustra el choque entre los sectores radicales y conservadores en la lucha de Vieques: La lucha de Vieques y el alineamiento de sectores científicos y académicos del Colegio de Humacao, circa 1980, fue visto por la Administración Central de la Universidad de Puerto Rico, y su presidente el doctor Ismael Almodóvar, como un ejemplo de la proclividad y asociación de estos sectores con la izquierda y el marxismo. El proyecto (no era un programa entonces) Sea Grant empezaba a surgir con fuerza en el Colegio Regional de Humacao, con un personal capacitado en diversas áreas técnicas (química, biología, pesquerías, ecología) y con la asistencia de extensionistas del Colegio de Ciencias Agrícolas. Sea Grant había provisto asistencia a organizaciones de pescadores (como la Asociación de Pescadores de Punta Santiago), junto con otras organizaciones como VESPRA, que era también un subproducto del protestantismo evangélico. Pero fue la participación de Sea Grant en las playas de Vieques, en contra de la Marina, que provocó que el proyecto fuera trasladado a la UPR en Mayagüez, donde había un ambiente conservador en ese entonces y donde Almodóvar había sido profesor.

La Revolución de Maurice Bishop en Grenada

Uno de los más importantes eventos políticos del Caribe en la década de los ochenta (1979-1980) lo fue la revolución socialista de la Isla de las Especias, Grenada, un proceso liderado por Maurice Bishop en contra del gobierno dictatorial de Eric Gairy. Los sectores populares tomaron el poder por la fuerza en 1979 y formaron un gobierno de corte socialista con representación de todos los sectores del país, empeñados en desarrollar la agricultura local, la participación de las mujeres, el turismo local, la agroforestería, el desarrollo de las pesquerías, y las industrias con materias primas locales. Grenada recibió ayuda técnica de Cuba, quienes construyeron una de las mejores pistas para aeronaves del Caribe y probablemente les asistieron en el desarrollo de la pesca, que era entonces la joya de la corona de la Revolución Cubana. La revolución granadina se vino abajo con un golpe interno contra Bishop y la invasión estadounidense en 1983, con enfrentamientos con las tropas cubanas en la isla. Traigo esto a colación, pues la obra de Silva Gotay abre puertas a nuevas investigaciones sobre el impacto de protestantismo evangélico. PRISA emitió un boletín a favor de la revolución de Bishop y sus esfuerzos transformadores, entre los que incluía las acciones del sector eclesiástico. En el mejor ánimo de vincular a Vieques con la revolución de Grenada, PRISA envió a pescadores viequenses a Grenada para aprender técnicas de pesca, según uno de los relatos de historias de vida recopilados entonces. Es algo para explorar en detalle.

Las Villas Pesqueras: la intersección de la obra de Silva Gotay con el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL)

Mi interés en leer detalladamente a Protestantismo evangélico proviene del compromiso que tenemos, mis colegas y yo, en estudiar las villas pesqueras en un proyecto subvencionado por Sea Grant en este momento. Lo hemos abordado desde una perspectiva histórica, por lo que nos hemos sumergido en los orígenes del programa de facilidades, y en ese interés queríamos estudiar su intersección con el trabajo de PRISA en nuestro archipiélago, con atención a Vieques, Culebra y las comunidades costeras del Este de la Isla. Hemos encontrado que el programa de las villas se inició con fuerza en el último y tortuoso año de la gobernación de Roberto Sánchez Villella, y coincide con el auge y trabajos de la agencia de Acción Comunal (1965), responsable por el desarrollo técnico de las comunidades de pescadores y los trabajos de un nuevo programa, VESPRA, Voluntarios en Servicio para Puerto Rico, un cuerpo de paz boricua bajo el auspicio de la Fundación de Desarrollo Comunal. En esa alineación de planetas estuvo Samuel Silva Gotay como director ejecutivo de la Fundación, y Delia Pabón como una funcionaria de VESPRA.

Misión industrial

Conocía de los trabajos de Misión Industrial, por su aportación a la protección del medioambiente a través de los años. Pero me sorprendí cuando en una conversación con Juan Rosario, este me explicó cómo esa organización venía de un trabajo misionero que primero se encargó de la salud de las y los trabajadores, para luego incursionar, de manera lógica en las amenazas a la salud de los ecosistemas. En la apreciación de Silva Gotay, Misión Industrial se dedicó a la “defensa ambiental desde el compromiso, de la fe” y la acción profética de la denuncia. Misión fue moldeado por el obispo episcopal Reus Froilán y el padre Thomas Anthony, basándose en los “modelos europeos de misiones industriales”, integrando a pastores y laicos de diversas denominaciones. Iniciaron una importante lucha contra la explotación minera a cielo abierto, que desembocó en importantes procesos como Casa Pueblo. Su lucha contra la contaminación industrial de los acuíferos, los intentos por establecer plantas nucleares, y la organización y capacitación de grupos ambientalistas fueron algunos de sus aportes más importantes. Nuestra colega Tania del Mar López Marrero, junto a Marianne Meyn y otros colegas, se dio a la tarea de armar un archivo digital de la obra de Misión Industrial. Que está disponible para su consulta, e invito a consultar:  https://misionpr.weebly.com/

En el tintero…

Esta obra extraordinaria de Silva Gotay se me revela como una fuente casi inagotable de temas y procesos para empezar a comprenderlos y seguir estudiándolos con diversos enfoque teóricos y metodológicos. En mi perspectiva, es imposible mirar al litoral y las comunidades costeras y las familias pescadoras sin calibrar la obra del protestantismo evangélico. Me ha llamado la atención el asunto de las dimensiones políticas de Misión Industrial, y la posibilidad de un partido (o movimiento, tal vez) como Los Verdes europeos, en Puerto Rico, según se desprende de las aspiraciones políticas a la legislatura de parte del científico Neftalí García (en cuya primera campaña participé como voluntario).

En ésta reseña (y en la presentación) no atendí como debía al Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, que amerita un análisis concienzudo y extenso.

Silva Gotay cubre y comenta sobre los esfuerzos de ese movimiento con los trabajadores migrantes agrícolas, en la obra misionera de Wilmer Silva Gotay (caracterizada como la vanguardia de la lucha de los trabajadores agrícolas por Ismael García en su libro Colonial Migrants at the Heart of Empire), trabajo al que debo volver para entender mejor ese proceso histórico laboral. De igual manera, a través del todo el libro Silva Gotay narra la participación de las mujeres en el protestantismo evangélico. El capítulo que lo trata es breve, pero la presencia de las mujeres está inscrita por todo el libro.

Finalmente, este libro manifiesta y documenta (aunque eso amerita otro libro) la enorme aportación del protestantismo evangélico a las ciencias sociales del país y a la educación de varias generaciones de estudiantes, pastores, laicos e investigadores.

Salud y larga vida al maestro para que nos siga ilustrando sobre el legado del protestantismo evangélico en las luchas sociales del país.

https://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Silva_Gotay


Respuestas

  1. Avatar de Eddie Joel Pesante

    Querido Valdés:

    Esta es una excelente reseña del testo de Silva Gotay, texto que todavía no he leído. Confieso que nunca he sido un gran lector de la sociología/ciencias sociales de las religiones, por muchas razones que se asemejan a las que pones al principio del texto. Dicho esto, tu escrito me hizo repensar la historia de PR del siglo 20 y las transformaciones de la ruralía. En grant parte de los programs de desarollo que se dan en PR, y en EEUU, tienen en su núcleo la creación de sujetos nuevos (ej. el texto de Ismael García Colón document esto con las parcelas (2009)). Pienso en las CCCs, y la idea de un hombre nuevo. Igualmente agradezco la sensibilidad con la que tocas el tema de la religión y ver los contextos y cotextos de Silva Gotay.

    A la vez, pienso en la antropología y la ausencia o tal vez la incomodez de estudiar religiones monoteistas. En las últimas décadas antropologos estadounidenses se han fijado de este vacío y han proeducide textos importantes que centra la religión al centro de la transformación política en los EEUU, los debates sobre secularidad en Francia, la transformación del catolicismo en Irlanda a raíz del aborto, el divorcio, y otras medidas públicas que confrontan la cuestión moral y cultural, etc. No obstante, creo que aquellos que trabajamos en este campo hemos ignorando la religión en los textos, pienso en Mintz y Taso, en Wolf y la vírgen de la Guadalupe, en los trabajos de Stephan Palmie, y por supuesto June Nash.

    Es posible que este comentario no tenga tanto sentido, pero si agradezco que hayas publicado esta reseña. Creo que tus reflexiones, observaciones y mirada etnográfica a este texto es una necesaria. Ahora mismo estoy editando un trabajo sobre la Nueva Canción en los 70 y tanto este texto de Silva Gotay y el de Pabón Ortega los pondré en búsqueda para añadir a mis reflexiones sobre al ambientalismo contemporáneo en PR.

    Mis agradecimientos de nuevo, Maestro.

    Eddie Joel


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